Explicó Hansi Flick en la previa del partido que repetía el once del fin de semana contra el Elche porque había acabado con buenas sensaciones. Sin embargo, pasados los cinco minutos el Barcelona volvió a sentir y ver los fantasmas, en la acción del 1-0. En el tramo inicial de partido, los azulgrana volvieron a mostrarse muy vulnerables.
En el primer gol del Brujas, el Barça tuvo tiempo a situar su línea defensiva adelantada cuando abrieron el juego a banda. La última línea sabía que tocaba correr hacia delante, pero la coordinación volvió a ser mala y no lograron hacer caer al rival en fuera de juego. Jules Koundé se enganchó y Carlos Forbs acabó asistiendo a Nicolò Tresoldi.
El Barça empató el partido cuando todavía los locales celebraban la ventaja. En una acción similar a la del 1-0, Lamine encontró a Fermín en profundidad y Ferran supo gestionar los tiempos y no caer en fuera de juego cuando recibió la asistencia del de El Campillo.
A pesar de que los de Flick tuvieron tras el empate las primeras fases de control de la posesión, el equipo volvió a deshacerse defensivamente en un contragolpe. Tras un saque de esquina y un duelo perdido en la frontal del área del Brujas, dos jugadores se plantaron delante de Balde con 50 metros por recorrer. Forbs se acabó quedando delante de un Szczesny que no quiso abandonar su portería en la asistencia al atacante belga, un pase presumiblemente largo.
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Con los goles del Brujas, el Barcelona ya lleva nueve partidos consecutivos encajando. Es la peor racha de los azulgrana desde marzo de 2013, cuando estuvieron recibiendo goles durante 13 partidos seguidos.
