Nacional y América se enfrentarán este domingo por la ida de las semifinales de la Copa BetPlay, ambos equipos se vuelven a ver tras lo sucedido el año pasado en la final que termino en escándalo por lo sucedido con algunos hinchas del conjunto vallecaucano.
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Lo que debía ser una fiesta del fútbol colombiano terminó en caos. La final de ida de la Copa BetPlay 2024 entre Escarlatas y Verdolagas disputada en el estadio Pascual Guerrero, quedó marcada por la violencia, el descontrol y una imagen que avergonzó al país futbolero.
El encuentro, que se jugaba con un empate sin goles a los 84 minutos, se interrumpió por graves incidentes en la tribuna sur, donde un grupo de hinchas del América intentó invadir el campo. A partir de ese momento, la tensión escaló rápidamente: se lanzaron objetos, se desprendieron sillas y el desorden obligó al juez Andrés Rojas Ortiz a suspender el compromiso de manera definitiva.
Un final vergonzoso para una gran final
Hasta ese momento, el 0-0 mantenía viva la esperanza de los escarlatas, pero también consolidaba la ventaja de Nacional en la serie. La frustración por la inminente derrota desató la furia de algunos sectores de la hinchada local.
El conjunto verdolaga, resguardado de inmediato en el túnel del estadio, aguardó la decisión final, mientras los jugadores del América se quedaron sobre el campo entre la tristeza y la incredulidad. Adrián Ramos, capitán y emblema del club, no pudo contener las lágrimas en el partido que marcaba su despedida del equipo.
“Pido perdón a la gente por no poder conseguir este título que tanto queríamos”, dijo visiblemente afectado el delantero en declaraciones recogidas por medios locales tras el encuentro.
El caos en las tribunas y la suspensión
La situación se tornó incontrolable. Según reportes, varios asientos del estadio fueron arrancados y arrojados al terreno de juego. Incluso un móvil del canal Win Sports, encargado de la transmisión, fue atacado durante los disturbios.
Ante la falta de garantías, las autoridades ordenaron evacuar a los equipos y cuerpo arbitral, y minutos después la Dimayor confirmó la suspensión del partido. Atlético Nacional fue declarado campeón desde los camerinos, consiguiendo su séptima Copa Colombia y la estrella número 34 de su historia.
Disturbios en las tribunas en la final de Copa Betplay entre América y Nacional – EFE
Sin premiación y con el Pascual sancionado
La premiación no pudo realizarse en el campo. De acuerdo con el comunicado oficial de la Dimayor, el acto se suspendió por recomendación del coronel de la Policía encargado del operativo de seguridad, ya que fuera del estadio aún se registraban enfrentamientos y varios heridos.
“A pesar de que el recinto ya estaba vacío, los disturbios continuaron a las afueras del Pascual Guerrero. La decisión busca preservar la seguridad de todos, en especial la del equipo visitante”, explicó la entidad en su comunicado.
Horas después, se conoció que la Alcaldía de Cali y la Dimayor impusieron sanciones al estadio y al América de Cali por los hechos ocurridos.
Reacciones y consecuencias
El máximo accionista del América, Tulio Gómez, calificó los disturbios como “un acto planeado y vergonzoso”, e incluso aseguró que hubo infiltrados ajenos al club que provocaron la violencia, según declaraciones a Infobae.
Un título manchado
El título número 34 de Nacional y su séptima Copa Colombia pasaron a un segundo plano. No hubo celebración, no hubo vuelta olímpica, ni levantamiento de trofeo. El festejo verdolaga se dio en silencio, dentro del vestuario visitante, en medio de la tristeza general.
El Pascual Guerrero, escenario histórico del fútbol vallecaucano, vivió una noche oscura que quedará grabada como una de las más tristes en la historia reciente del balompié nacional.
