Han pasado 909 días desde que la afición del Barcelona vio rodar por última vez el balón en el Spotify Camp Nou. Hoy, 22 de noviembre de 2025, arranca una nueva era en el remodelado feudo culé. Aún con mucho trabajo por hacer, más de 40.000 seguidores han vivido una jornada especial. Desde dos horas antes había largas colas en los accesos del feudo culé. La afición cumplió con una de las peticiones de la entidad: camisetas azulgranas y bufandas para llenar de color el recinto. Nada más acceder a las gradas un mensaje claro y directo en el centro del campo: “Tornem a casa“. El secreto mejor guardado: el saque de honor. Al final, corrió a cargo de dos socios, Juan Canela Salamero y Jordi Penas Iberri, que estuvieron en la inauguración del estadio en 1957. Un guiño al pasado.
A las 14.45 horas, el autocar del Athletic entraba al estadio. Los de Valverde tienen el privilegio de ser el primer rival que pisa el remodelado campo de Les Corts. Diez minutos más tarde era el Barcelona el que hacía lo propio. Con los protagonistas en los vestuarios y la afición haciéndose fotos y vídeos para el recuerdo ya solo faltaba esperar para que empezasen los actos de celebración.
A las 15:32 los porteros salían al calentar con el spaeker coreando los nombres de los tres cancerberos y la canción eye of the tiger a todo volumen por la megafonía. Diez minutos después eran los jugadores, encabezados por Dani Olmo, los que saltaban al verde. Hasta la mascota, CAT, tuvo su momento de protagonismo. Los lesionados, De Jong, Ter Stegen, Gavi y Pedri no se quisieron perder el estreno.
El secreto mejor guardado
Entonando su famosa canción en catalán la Marina sta morena, arrancaron los actos previos con la actuación de los Figa Flawas. Tras el espectáculo, uno de los momentos más emotivos de la jornada, la salida al campo de los futbolistas con el Cor Joven de l’Orfeó Català interpretando el himno y con pirotecnia acompañando este solemne instante.
Y el secreto mejor guardado se desvelaba instantes antes del inicio del choque. El saque de honor era un homenaje al pasado. Dos de los socios de más antiguedad del club, Juan Canela Salamero y Jordi Penas Iberri, que estuvieron presentes en la inauguración del estadio en 1957 tuvieron el honor y el privilegio de poner el balón en juego. Los actos previos terminaron con un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas por la violencia machista.
