El Atlético Baleares lo ha vuelto a hacer. El conjunto de la Vía de Cintura, abrigado por su público y vestido de matagigantes, se ha cobrado otra víctima de Primera División en su regreso a la Copa del Rey, una competición de la que llevaba dos temporadas apartado hasta su encuentro contra el Nàstic de Tarragona del pasado mes de octubre.
El conjunto blanquiazul contenía a un Espanyol que llegaba al Estadi lanzado por sus resultados en la Liga (es sexto con 24 puntos después de 14 jornadas) y lo dejaba en la cuneta con una función cargada de solidez y criterio que le permite meterse en la ronda de dieciseisavos de final, a la que ya acceden los cuatro participantes de la próxima Supercopa de España (de ahí saldrá su rival) que se disputará entre los días 16, 17 y 18 de diciembre.
El ATB rememoró su paso por la Copa de la temporada 2021-22. Con Xavi Calm en el banquillo, el conjunto mallorquín empezó a ganar velocidad después de liquidar al Calahorra después de forzar la prórroga con un gol de su portero, Xavi Ginard. A partir de ahí, recibió en su estadio a tres rivales de Primera División. Goleó al Getafe de Quique Sánchez Flores en una noche memorable en la segunda ronda (5-0), eliminó después al Celta del Chacho Coudet en dieciseisavos con un doble de Manel (2-1) y recibió luego al Valencia de José Bordalás, que le despertó de su sueño con un tanto de Marcos André en el primer minuto de partido (0-1).
Los balearicos regresaron a la pasarela copera el curso siguiente (2022-23), pero de manera efímera. El Arnedo se lo quitaba de encima en primer ronda tras una tanda de penaltis (1-1). Los dos cursos siguientes ni siquiera entró en el bombo.
Ahora, tras superar el primer escollo contra el Nàstic (2-0) y arrearle una bofetada al Espanyol, se prepara para jugar uno de los partidos más importantes de su historia. En solo unas semanas se enfrentará por primera vez a uno de los colosos del fútbol español en encuentro oficial: FC Barcelona, Real Madrid, Atlético y Athletic.
