Espíritu de lucha

El Barça ha ganado en Vigo en dos de las últimas diez visitas. Aspas, Bryan y Borja Iglesias han endosado bastantes goles al once blaugrana en los últimos años. Sin ir más lejos, la temporada pasada el encuentro con el Celta en Balaídos acabó 2-2 después de ir 0-2 y en Montjuïc 4-3 tras remontar un 1-3 en la segunda parte.
Flick sabe de la importancia de este partido. Da la sensación de que el entrenador y los jugadores llevan una etapa en la que se cruzan declaraciones indirectas desde el empate ante el Rayo Vallecano en el que el técnico alemán fue contundente con el juego de sus futbolistas.
En la rueda de prensa previa al Celta, Flick habló de falta de “espíritu de lucha” en el encuentro de Brujas y que espera “verlo en Vigo”. Mensaje que no es nada indirecto, sino muy claro, apelando a la necesidad de elevar la intensidad.
Hay sistemas de juego que precisan un nivel de perfección muy alto y otros que sirven para paliar los defectos o ayudar en los momentos malos. El de Flick exige una concentración muy potente ya que el riesgo es máximo. Pero posee el tono Barça de siempre.
Se debe mantener, pero es posible alternarlo, en función de cómo vaya el partido, con algunos momentos en los que se ponga más acento en la defensa. No es malo defender. Michael Jordan, el jugador más espectacular de la historia, ganó una temporada el trofeo a mejor defensor de la NBA. Las esencias se moldean con el tiempo y los cambios de los tiempos, si no estaríamos todavía atados a la táctica de Herbert Chapman, el ‘Napoleón del fútbol’ del Arsenal en los años 20.




