Carlos Alcaraz se vio abocada a una complicada remontada con Taylor Fritz en la segunda jornada del Grupo Jimmy Connors de las ATP Finals. Encontró el camino para darle la vuelta al partido, imponiéndose por 6-7 (2), 7-5 y 6-3, en casi tres horas de desgaste.
“Ha habido de todo en el partido. Ha sido muy exigente física y mentalmente. Son tres horas fuerte, de intentar no venirte abajo, intentar que no tengan más peso los pensamientos negativo. Y eso exige mucho”.
Tanto que “he terminado muy cansado. Las condiciones las he notado diferentes, con mucho calor y mucha humedad y eso influye. Cuesta recuperar, pero tenemos un día de margen y vamos a intentar hacer todo perfecto y lo que esté en nuestra mano para llegar bien al último partido, que es muy importante”, significó.
El jueves se enfrenta al italiano Lorenzo Musetti. “Puede ser un gran día”, reconoce, aunque intenta extraerse del tema del número uno mundial. Está a una victoria de sellarla matemática por sí mismo. Un extra de presión que pretende eludir.
“Es algo muy bonito y un objetivo claro que he tenido desde principio de año, pero intentamos no pensar en el número uno porque puede jugar una mala pasada si le damos mucha importancia. Puedes entrar con un extra de presión o no lidiar bien con esos nervios”, significó precavido.
Aunque cuesta porque le da relevancia. “Es algo para darle valor porque lo estoy compitiendo con Jannik Sinner, que es más consistente y su nivel siempre es altísimo. Si lo consigo es muy importante, pero estamos intentando jugar este torneo indoor, que no estoy muy acostumbrado”.
Reconoció que tenía ese nº 1 metido en la cabeza en el inicio con Fritz, “pero me olvidé de tantas otras cosas que tenía que pensar para buscar el camino para cambiar el partido. Nos hemos dado cuenta de que puedes empezar mal, si insistes y vas teniendo un buen comportamiento, siempre acabo jugando mucho mejor”.
Y mejor con una sonrisa, con su segundo entrenador, Samuel López, animando incluso en catalán, que no es su lengua habitual. “Es una cosa que tenemos Samu y yo. Me hace reír y ahí es cuando mejor saco mi tenis”, significó.
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Las semifinales están prácticamente atadas, falta la confirmación matemática. Y el número uno cada vez lo tiene más cerca. Exhausto pero con la satisfacción del trabajo bien hecho, de haberse superado en un encuentro muy complicado.
