Mucha emoción en el retorno a casa

Aunque es cierto que muchos turistas, que ayudaron a que las localidades se agotasen, estuvieron presentes en el regreso del Barça al Spotify Camp Nou, también lo es que muchos socios del FC Barcelona llenaron las tres zonas habilitadas de momento en el estadio. Y lo hicieron con mucha emoción y alegría tras dos años y medio de exilio en Montjuïc.
Desde buena mañana, muchos culés en las inmediaciones del estadio y prisa por entrar al templo de Les Corts. Se abrieron las puertas dos horas antes del inicio del partido y ya eran muchos los barcelonistas que esperaban para entrar y ver el estadio por dentro, algo que solo podían haber hecho aquellos que habían acudido al entrenamiento de puertas abiertas que sirvió como prueba piloto para el estreno de este sábado.
Orden y ningún problema para acceder a las gradas. Esperaba Mon DJ para amenizar la espera con una buena selección musical. El primer momento de emoción llegó con el anuncio de la salida a calentar de los porteros, subiendo de revoluciones cuando salieron al terreno de juego el resto de jugadores mientras sonaba por megafonía la canción Volcans de Buhos.
Más tarde un par de canciones de Figa Flawas, The Tyets fueron los protagonistas en el descanso, cantando y bailando con CAT y unos minutos de espera hasta la salida de los jugadores ya listos para empezar el choque. Se animó la gente con el canto del 125 aniversario del club, el ya famoso L’Escut al Pit. El presidente Joan Laporta esperaba en el césped junto a los socios encargados de hacer el saque de honor. Escuchaba gritos de ‘Volem la grada d’animació’ justo antes de uno de los momentos más emotivos del día, la interpretación del Cant del Barça por parte de l’Orfeó Català, instante que coincidió con los fuegos artificiales.
Posteriormente y antes del pitido inicial, otro momento para el recuerdo, el saque de honor reservado para dos de los socios más antiguos de la entidad, Juan Canela Salamero y Jordi Penas Iberri. Ambos ya estuvieron presentes en la inauguración del Camp Nou del año 1957 y, con el socio número uno ausente, representaron a toda la masa social azulgrana.




