El audímetro del regreso al Camp Nou fue muy claro. Más allá del desquiciante volumen de la megafonía durante la hora previa al encuentro, la afición dictó sentencia con el juego ya en marcha. Los gritos más unánimes fueron para “Messi” en el minuto 10 de encuentro, para la reivindicación habitual de “Volem grada d’animació”, para Fermín en el momento del cambio y la mayor ovación de la tarde inaugural fue para Eric Garcia.
Venía de jugar un muy buen partido como mediocentro después que, sin De Jong y sin Pedri, Flick se viese en un aprieto. Y Eric, que ya ha cuajado sus mejores minutos como culé en la actual temporada, en su demarcación de central, o incluso de lateral, se puso al mando del equipo. Y no solo obtuvo una nota muy alta, sino que, con su presión adelantadísima, robó el balón que significó el primer gol de Lewandowski. Ya en el segundo tiempo, mucho más arriba de lo que suele, regaló la asistencia para que Fermín anotase el 3-0.
No había pasado nunca, ni en el Camp Nou ni en Montjuïc, que el público, al unísono, corease “Eric, Eric” como reconocimiento a un jugador de equipo, un hombre de Club. La gente sabe de fútbol. “Al socio no se le puede engañar”, que diría Josep Lluís Núñez. Además, por el resfriado de Rashford, Eric ya se ha convertido en el único de los 25 jugadores utilizados por Flick que ha jugado todos los partidos de la temporada (15 titularidades y 2 veces entrando desde el banquillo). A las puertas de la renovación, trabajada a la chita callando por un siempre discreto y eficaz Iván de la Peña, y tras el partidazo del domingo, no se entendería que hoy, ante el Chelsea, no formase el doble pivote titular junto a De Jong.
