FC Barcelona y Atlético de Madrid hicieron los deberes en la sesión sabatina. El conjunto azulgrana se impuso al Deportivo Alavés con un doblete de Dani Olmo, destacando también la actuación de Joan García y Lamine Yamal, junto con el liderazgo de Raphinha. Por su parte, los rojiblancos tiraron de oficio para doblegar al Real Oviedo al ritmo de un brillante Álex Baena y un inspirado Alexander Sörloth de cara a portería.
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Así las cosas, el Real Madrid estaba obligado a responder a sus dos principales adversarios en la carrera por la corona en la élite del deporte rey en España. Un 15 veces ganador de la Champions que venía de sufrir lo indecible en el feudo de Olympiakos, aunque un estratosférico Kylian Mbappé tiraría del carro y de galones para imponer su ley en El Pireo. A buen seguro, el astro de Bondy es garantía de éxito para los blancos.
Consolidado como uno de los mejores artilleros del planeta, sus guarismos le van a disparar a buen seguro en la pelea que se desatará durante los siguientes meses por el Balón de Oro. Dicho lo cual, la escuadra comandada por Xabi Alonso se había enfocado por completo en su nueva parada del calendario doméstico. En concreto, había puesto rumbo al estadio de un Girona que seguirá remando de lo lindo para garantizar su estancia en Primera División.
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Saltan las alarmas con el juego del Real Madrid
La contienda arrancaría con ritmo, destacando a un Vladyslav Vanat que propiciaría la intercepción defensiva de un Antonio Rüdiger cuyo futuro es una incógnita. El Real Madrid buscaba generar peligro a través de transiciones vertiginosas, confiando en la dupla de Vinícius Júnior y Kylian Mbappé. Al mismo tiempo, tiraba la presión muy arriba para incomodar la salida del esférico de su rival, consiguiendo también con ello situaciones para poner en apuros a Paulo Gazzaniga. En una de esas acciones, la zaga gerundense reaccionaría con criterio a última hora para frenar a Arda Güler en Montilivi.
Igualmente, en una jugada que se produciría ligeramentr a trancas y barrancas, Mbappé se asociaría con Güler, pero el chut de la perla turca se iría fuera por poco. El genio francés estaba siendo de lo más destacable en clave merengue, al igual que un Éder Militao que se multiplicaba por el campo. Viktor Tsygankov aportaba desequilibrio cuando entraba en escena, al igual que su compañero Vladyslav Vanat. Por su parte, Azzedine Ounahi aportaba mucha calidad con el manejo del esférico. Los madrileños seguían atascados, mientras que Thibaut Courtois echaría el cerrojo con una parada en dos tiempos.
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Los hombres de Xabi no tenían continuidad en el juego, dependiendo en demasía de los destellos de genialidad de Mbappé. Gazzaniga se agigantaría ante el remate de Éder Militao, mientras que la diana de Kylian no sería legal (vía VAR) por mano previa. Acto seguido, Ounahi desataría la euforia local con una diana de bella factura. Alonso apostaría por Eduardo Camavinga en detrimento de Güler, al tiempo que Courtois sostendría a los suyos con una gran parada. Vinícius provocaría un penalti, una pena máxima que anotaría Mbappé. Un zarpazo que daría alas a los blancos para la recta final del envite, disponiendo de oportunidades para llevarse el gato al agua. Aun así, tuvieron que “conformarse” con el empate por su falta de puntería.
Así está la clasificación en Primera División.
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Así está la clasificación de máximos goleadores en Primera División.
