Este domingo se disputará el primer Clásico de la temporada en el Santiago Bernabéu, y lo que ha pasado con el partido de Miami estará muy presente en el ambiente. El Real Madrid le ha metido el primer gol al Barça, y a LaLiga, consiguiendo la cancelación del Villareal-Barça del 20 de diciembre en el Hard Rock Stadium. Florentino Pérez ha ganado el primer Clásico en los despachos con sus presiones a todos los organismos implicados y con sus denuncias al CSD. La mano blanca, que denunciaba esta semana el presidente del Barça, Joan Laporta, ha aprovechado sus largos tentáculos para llevarse esta batalla.
Estoy convencido que la espantada de Laporta a la Superliga y su acercamiento a la UEFA no ha ayudado a que Florentino hiciera la vista gorda con esta cuestión. Los intereses comunes ya no lo son tanto, y el hecho que Javier Tebas fuera el ideólogo de este partido ha provocado la reacción furibunda del Real Madrid. El presidente de LaLiga queda muy tocado y el Barça sin unos ingresos que le hubieran ido muy bien a su maltrecha economía.
Todo lo que ha pasado en los últimos días tiene que ser una motivación extra para el Barça de Flick, que la temporada pasada se llevó los 4 Clásicos con autoridad y ahora tiene la opción de alargar esta racha histórica consiguiendo una manita de victorias y dando un golpe a la liga. El Clásico de Miami continúa este domingo en el césped del Bernabéu. Un estadio con techo, por cierto. Eso sí que es adulterar la competición.
