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El Toluca se consagra como bicampeón de la Liga MX tras unos penaltis inolvidables frente a Tigres

La agonía se respiró en el Estadio Nemesio Diez. En una de las finales de la Liga MX con mayor suspenso de la historia, el Toluca llevó a los Tigres a un campo de batalla que solo los más serenos y pillos pueden ganar. El campeonato del fútbol mexicano se decidió en la ronda de los penaltis que fue péndulo de emociones y lamentos para ambos equipos. Los diablos lo ganaron (3-3, marcador global; 9-8 en los penaltis) cuando todos los futbolistas de campo ya habían tirado por primera vez. La atajada del guardameta Luis García, suplente durante el torneo e inesperado titular en la final, fue decisiva para amargarle la aventura a Ángel Correa, exjugador del Atlético de Madrid. Pero fue aún más decisivo el tiro ganador en los pies de Alexis Vega, un capitán a medio gas que jugó más por corazón que por la resistencia de sus rodillas.

Los 90 minutos fueron una batalla en el barrio entre dos equipos muy sólidos en cada línea. El Toluca tenía mayor presión porque perdió en la ida 1-0 y porque cerraba en casa, en el Nemesio Diez, ante los suyos. Las cosas no empezaron bien porque, en un tiro libre muy cerca del área, André-Pierre Gignac pidió chutar. Todos visualizaban un tiro con efecto, alguna trayectoria que hiciera volar al guardameta rival y prefirió un tiro raso que encontró los afortunados pies de su compañero Fernando Gorriarán para adelantar a los felinos. Tremendo golpe para los escarlata.

El Toluca propuso, los Tigres también. En una rendija, los diablos encontraron el 1-1 cuando el brasileño Helio Nunes marcó un gol hecho con pura filigrana. Eso daba esperanza a los locales. Tras irse al vestidor, el Toluca volvió a pegar gracias a Helinho que se inventó un pase de gol cruzado que encontró a Paulinho, el portugués tres veces campeón de goleo, un hito que trae reminiscencias de la leyenda José Saturnino Cardozo.

Hubo jugadas de máximo peligro cuando Ángel Correa, exjugador del Atlético de Madrid, Juan Brunetta, se conectaban en el campo para rematar al arco. Se lució Luis García, el segundo portero del Toluca, quien tuvo que sustituir al desafortunado Hugo González que se equivocó en el partido de ida en Monterrey.

El partido tuvo momentos pendulares, con ataques en cada portería. Tan parejo terminó todo que hubo que recurrir a la prórroga. A esas alturas empezó el momento de las bajas por lesión, como la de Paulinho. También fue el momento para Alexis Vega, quien regresó tras 49 días lesionado para buscar disfrazarse de héroe. Aunque los aficionados del Toluca preferían una asistencia o el gol del triunfo. Se alcanzaron los 120 minutos y no cayó gol. En los tiempos extra, los equipos ya se visualizaban en los penaltis, aunque no esperaban la locura de que hubiese 25 tiros y siete de ellos fallados. Cuando Toluca creía que tenía la ventaja con el fallo de Joaquim de Tigres, Juan Pablo Domínguez se encargó de fallar por los locales y emparejar todo. Hubo que recurrir a los tiros de los guardametas. Nahuel Guzmán, un maestro de las artimañas y de ganar campeonatos, falló. También erró García. Fue ahí cuando Correa, el jugador con mayor talento del campo, chutó y se le cruzó un guantazo del guardameta toluqueño. Alexis Vega, con serenidad, engañó a Guzmán para darle al Toluca su decimosegundo trofeo de la Liga MX.

El portero de Toluca, Luis García, durante la serie de penaltis.Eloisa Sanchez (REUTERS)

El Toluca había ganado la Liga MX en mayo pasado cuando tumbó al favorito de los últimos años, el América. El triunfo significó la resurrección deportiva de Alexis Vega, un talento generacional mermado por la falta de compromiso y las lesiones. Eso impulsó al proyecto de Antonio Mohamed para que continuara con un alto nivel para meterse de nuevo a una final. Este semestre pasaron por encima de Bravos de Ciudad Juárez (2-1) en cuartos de final. A los diablos les costó trabajo sacarse de encima a los Rayados de Sergio Ramos, quienes les pelearon hasta la última gota en las semifinales (3-3, aunque por posición en la tabla clasificó el Toluca).

Así, Antonio Mohamed, el estratega de Toluca, ha ganado su quinto campeonato mexicano. Cuenta los ganados con los Xolos de Tijuana, América, Monterrey y Toluca. El estratega argentino, con corazón mexicano, le ha agarrado el modo para triunfar. El que ha alcanzado una marca de ensueño es el Toluca porque ha alcanzado en número de títulos a las Chivas del Guadalajara (12) y se acerca a los 16 que tiene el América.

Los pupilos de Mohamed no le ganaron a cualquier escuadra. Tenían enfrente a una de las mejores nóminas de todo América Latina y que tras 10 años ha ido envejecido. Hace una década llegó el fichaje que lo cambió todo, el francés Gignac, y que ahora con 40 años no pudo ser el factor que decidiera la final. Tampoco pudo serlo Nahuel Guzmán, un portero que se ha ganado fama por ser bravucón con los rivales y un estupendo atajador de penaltis. Esta noche, en las llamas de los diablos del Toluca, no tuvo suerte.

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