Una Copa por los viejos tiempos

El Real Mallorca y el Deportivo han quedado para tomarse una Copa por los viejos tiempos. Seis y años y medio después de vaciarse en una explosiva eliminatoria de ascenso a Primera División que terminó con la gloria para unos y el infierno para los otros, baleares y gallegos se vuelven a encontrar frente a frente en el mismo pasillo y solo puede continuar uno. Lo poco que aún queda en el campo de aquel playoff está en la trinchera bermellona, pero la afición coruñesa no olvida esa histórica Nit de Sant Joan y clama venganza (Riazor, Movistar+, 19.00 horas).
El Mallorca y el Deportivo han cambiado mucho desde aquel mes de junio de 2019 en el que sus caminos se separaron. El conjunto gallego, después de perder un ascenso que tenía muy bien encauzado con Pep Lluís Martí en el banquillo, pasó otra temporada horrible en Segunda y acabó desciendo después a Primera RFEF, una celda de castigo en la que pasó tres años. Ahora, repuesto de ese mal trago, encadena dos campañas en la categoría de plata y aunque los últimos resultados no le han acompañado —viene de perder dos partidos en casa contra el Castellón y el filial de la Real Sociedad—, es uno de los más firmes aspirantes al ascenso y en la clasificación solo tiene por delante al Racing.
Al Deportivo la eliminatoria contra el Mallorca le sorprende en un momento delicado. Su defensa es la más porosa de los últimos meses y parece haber perdido el gas en los metros finales. Su entrenador, Antonio Hidalgo, confía en que el equipo aproveche la visita de un Primera División para regenerarse. Antes, deberá decidir si le da algo de espacio a sus futbolistas menos habituales o si mantiene la apuesta por el bloque que viene compitiendo en la Liga. Los que apuntan al once son el capitán Diego Villares y el belga Loucas Noubi, que no jugó el último encuentro por sanción.
En el Mallorca, sobre el que vuelve a lucir el sol tras la victoria contra el Elche, el recuerdo del playoff de 2019 permanecerá vivo con la presencia sobre el terreno de juego del que terminó siendo el héroe de aquella película: Abdón Prats. El delantero de Artà tendrá otra oportunidad para subrayar el idilio que tiene con la Copa, tal y como recordó ante el Sant Just y el Numancia.
Otro de los que parece tener una plaza asegurada en el once de Jagoba Arrasate, además del finlandés Lucas Bergström, es Samu Costa, que descansó el pasado fin de semana por acumulación de amonestaciones. No muy lejos del portugués habrá otros jugadores que deberían tener peso en la eliminatoria, como Takuma Asano y, sobre todo, Pablo Torre.
Para el Mallorca, que el viernes tiene un partido crucial en Mestalla, un tropiezo equivaldría a volver a mostrar las costuras y arruinaría todos esos avances que se han conseguido desde el punto de vista anímico. La Copa debería seguir sobre la mesa.




