Carlos Alcaraz, doble campeón de Roland Garros en las dos últimas campañas, buscaba seguir el idilio en París pero en otro hábitat. De la tierra de la Philippe Chatrier, en plena primavera, a la dura bajo techo de la central de la Defense Arena, inmersos en el otoño y en un Masters 1000. Lo único igual es la presentación del speaker, Marc Maury.
“La pista está más lenta que el año pasado y eso va a permitir ver tenis”, decía Alcaraz en la previa. Los gráficos demuestran la apreciación del murciano. De los 46,6 puntos de velocidad se ha pasado a 35,1.
Por tercera vez en su carrera, Cameron Norrie acabó con la resistencia de Alcaraz, por 4-6, 6-3 y 6-4, en 2 horas y 22 minutos. El murciano no iguala los octavos de la pasada edición (resta 90 puntos) y podría perder el número 1 el próximo lunes si Jannik Sinner se corona en el el TMS galo. El italiano podría tener una renta de 250 puntos. Los 28 días alejado del circuito se notaron.
El campeón de seis grandes venía de encadenar nueve finales en el circuito y no perdía en el debut desde hacía 221 días. Fue con el traspié en la segunda ronda del Miami Open ante David Goffin.
Se le daban especialmente bien los zurdos, con 37 victorias en 47 enfrentamientos (8-1 en el curso). La derrota de Carlitos le supone decir adiós a una racha de 17 partidos ganados del tirón en torneos de categoría Masters 1000.
Alcaraz estrenaba una equipación con tonos de color pistacho para el inicio de la gira europea bajo techo. Iba a juego con su rubio platino. Los dos rivales se conocían muy bien porque han compartido muchos entrenamientos de pretemporada en la Ferrero Tennis Academy de Villena.
Norrie cedió por primera vez su servicio en el quinto asalto. El británico tuvo después una pelota para igualar el tanteo 3-3 pero falló. A Carlitos le valió una rotura para anotarse la manga inicial a pesar de los 19 errores no forzados reflejados en la estadística.
El decorado cambió en la continuación con un ‘break’ en blanco de Cameron (facilitado por una volea larga de su adversario) para adelantarse por 3-1 y saque. Dio continuidad a su momento hasta el 4-1. Con 4-2, cambió el cordaje el tenista de El Palmar. El partido se había igualado en el marcador.
Norrie conecta una volea.
Los 54 errores no forzados empezaban a ser una losa en la confianza. Carlitos se lamentaba delante de su banquillo. “Ya lo has soltado, ahora positivo“, le decía Juan Carlos Ferrero tras perder el segundo set.
En el momento de máxima presión, con 1-1 y pelota de rotura para Norrie, el español se sacó una dejada de la chistera. Neutralizó después un 2-2 y 15-40 que era medio partido. Pero ya no pudo con el siguiente ataque de inglés porque nunca encontró buenas sensaciones en la pista que sustituye a Bercy.
De París a Turín
El tenista de El Palmar regresará a España y volará a mediados de la semana que viene a Turín para disputar las ATP Finals (9 al 16 de noviembre).
De momento, mantiene una renta de 740 puntos sobre Sinner. El italiano puede recuperar el cetro en París para perderlo inmediatamente después cuando se resten los 1.500 puntos de campeón invicto de la cita de maestros 2024.
