Hansi Flick como es lógico echó mano de las rotaciones para un partido frente a un Primera RFEF. Hizo muchos cambios. Por una parte, para dar descanso a alguno de sus jugadores con más minutos, pero también para que algunos de los que juegan poco pudieran reivindicarse y presionar a los titulares. Pues el equipo B no estuvo a la altura del Barcelona. Hay que exigir mucho más a estos jugadores en un partido con un rival claramente inferior que le puso ganas pero poco más. Había nombres que estaban en el punto de mira. De Jong, Casadó, Bernal, Roony… tenían una excelente ocasión para reivindicarse.
Pero nada de nada. De Jong pasó desapercibido, salvo delicatessen al final, y peleado con el gol. No intenta el disparo. Casadó aportó muy poco. No cometió errores, pero ahí se quedó su aportación. Lo mismo que Bernal, sustituido en el descanso por una tarjeta. Y Roony y Fermín, perdidos en banda y en el centro. Las dos ocasiones que falló Rashford tienen su miga, menos mal que lo arregló al final. Fue un partido de despropósitos para el Barcelona y que solamente se resolvió cuando Flick puso a sus titulares en el terreno de juego.
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Volvió Ter Stegen. Aunque durante la previa todos los agoreros habían dicho que Szczesny sería el portero del Barça en Guadalajara, a la hora de la verdad fue el alemán el que se situó bajo los palos. Una excelente noticia porque Ter Stegen es un gran portero. Otra cosa es que el Barcelona sea partidario de que deje el club en enero porque confía más en Joan García. Buen partido del alemán. Estuvo en las dos ocasiones en las que le necesitó el equipo
Partidos como estos sirven para hacer pruebas. Flick aprovechó el choque para ver cómo se desenvolvían Lamine Yamal y Casadó fuera de su posición habitual. El primero actuó centrado como media punta. No es la primera vez que lo hace, su evolución lógica le llevará a esa posición teniendo en cuenta que los rivales empiezan a conocerle en banda. Casadó fue lateral derecho. Teniendo en cuenta lo poco que juega como pivote, el que sea una alternativa a Koundé puede ser una variante muy interesante.
Cubarsí cumplió ayer 100 partidos con la camiseta del Barcelona. Con solo 18 años es una cifra espectacular. Un jugador que tiene un futuro por delante deslumbrante. No es de extrañar que reciba elogios de Flick y de todos. Con esta edad ya es un seguro de vida.
Para Hansi Flick. Por cómo se tomó el partido desde el primer momento. No se confió en absoluto, no llamó a ningún jugador del filial, aparte de los habituales, para reforzar al equipo. Sacó un once con cara y ojos y acabó el partido con otro plagado de titulares. Y si al final había que sacar a Gerard Martín y apuntalar la defensa, pues se hace.
